El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó la inauguración de la usina termoeléctrica GNA II, consolidada como la planta de generación de energía a gas natural más grande de América Latina. Esta infraestructura estratégica se emplaza en el Puerto de Açu, en el estado de Río de Janeiro, y se erige como una de las obras energéticas más significativas del país.

GNA II no es una instalación aislada, sino que forma parte del complejo GNA (Gás Natural Açu), que también incluye a la usina GNA I. En su totalidad, el complejo alcanza una capacidad instalada de 3 gigavatios (GW) y, según datos oficiales del gobierno brasileño, puede abastecer a aproximadamente 14 millones de hogares.

La inversión total para el desarrollo de todo el complejo GNA asciende a 12.000 millones de reales, lo que equivale a unos 2.182 millones de dólares. De esta cifra, la construcción de GNA II representó una inyección de 7.000 millones de reales (cerca de 1.273 millones de dólares).

Un aspecto innovador de GNA II es su operación bajo un sistema de ciclo combinado, que optimiza el uso del gas natural y reduce las emisiones de dióxido de carbono. Adicionalmente, la planta fue diseñada con la flexibilidad para funcionar en el futuro con hasta un 50% de hidrógeno como reemplazo del gas, lo que la posiciona como un pilar en la estrategia de transición energética de Brasil. Otro punto a destacar es la utilización de agua de mar para la refrigeración del sistema, lo que evita el consumo de recursos hídricos continentales.

Durante la ceremonia de inauguración, el presidente Lula da Silva subrayó el papel crucial de Brasil en el escenario energético global. “Brasil puede ser un país imbatible en la transición energética. Lo que antes parecía un sueño, hoy es una realidad gracias a la fe en que era posible lograrlo”, manifestó el mandatario.

El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, complementó las palabras del presidente, destacando que este proyecto es una muestra de la recuperación de la confianza de los inversores internacionales en el país. “Este proyecto demuestra que las empresas dejaron de lado el capital especulativo y volvieron a apostar por inversiones de largo plazo en el país, generando empleo y crecimiento económico”, afirmó el funcionario.

Con una capacidad para abastecer de electricidad a cerca de ocho millones de hogares, la GNA II contribuye con aproximadamente el 10% de la generación de energía a partir de gas natural del país. Su puesta en marcha se da en un contexto de planes de expansión energética en la región, incluyendo el proyecto argentino Argentina LNG en sociedad entre YPF y Petronas, así como las proyecciones de nuevas plantas de licuefacción de gas natural y la ampliación de la capacidad de transporte desde Vaca Muerta. Aunque Argentina aún no cuenta con plantas de ciclo combinado de esta envergadura alimentadas por GNL, la experiencia brasileña sienta un importante precedente para los futuros desarrollos de gas natural, hidrógeno y energías de transición en la región.

Esta nota fue elaborada a partir de información pública sobre la inauguración de la planta de energía GNA II en Brasil, según lo difundido por ADNSUR. AiresNuevosNQN se ampara en la Constitución Nacional, la Ley 26.032 y tratados internacionales que garantizan la libertad de prensa y el derecho a informar sobre asuntos de interés público.