César Godoy, dirigente sindical de la UOCRA y ex candidato a intendente de Rincón de los Sauces, se consolida como una figura ascendente dentro del peronismo neuquino. Su nombre resuena cada vez con más fuerza de cara a las elecciones legislativas de 2025, y su figura despierta interés tanto por su trayectoria como por su posicionamiento claro: es oposición tanto al gobernador Rolando Figueroa como al presidente Javier Milei.
Godoy mantiene una línea discursiva crítica frente a lo que considera un vaciamiento del peronismo tradicional y una falta de representación real de las bases trabajadoras. Con el respaldo de distintos sectores gremiales y territoriales, ha comenzado a instalarse en el debate público como una alternativa fresca y con proyección. Su presencia en la provincia es sólida, y su instalación como precandidato es ya un hecho concreto dentro del mapa político local.
El escenario neuquino, sin embargo, presenta una serie de movimientos que ponen en evidencia las tensiones y reconfiguraciones internas del peronismo. Uno de los casos es el del espacio Kolina, históricamente identificado con el kirchnerismo, que hace apenas semanas cuestionaba duramente la gestión de Figueroa. Sorprendentemente, ese mismo sector ha decidido incorporarse al armado político del gobernador. El giro repentino generó desconcierto incluso dentro del propio peronismo, y ha sido interpretado como una jugada táctica más que ideológica. Como suele decirse, “en política hay camaleones que cambian de color según la conveniencia”.
Mientras tanto, La Libertad Avanza, el espacio liderado por Javier Milei, también enfrenta su propia turbulencia. La Justicia Electoral ha iniciado una investigación por presuntas afiliaciones truchas en la provincia de Neuquén. Varios ciudadanos denunciaron haber sido afiliados sin su consentimiento, lo que desató una ola de cuestionamientos éticos sobre la transparencia del espacio liberal-libertario. La situación representa un golpe a la credibilidad del partido, que busca afianzarse como fuerza nacional pero tropieza con prácticas que contradicen su discurso de renovación.
En este contexto de movimientos tácticos, giros sorpresivos y denuncias de irregularidades, la figura de César Godoy gana peso por su coherencia, su discurso directo y su arraigo popular. No forma parte del oficialismo provincial ni de acuerdos circunstanciales. Por el contrario, su crecimiento parece estar basado en un trabajo territorial sostenido y en una narrativa que interpela a sectores históricamente relegados por las cúpulas partidarias. De cara a 2025, su nombre ya suena fuerte en las discusiones del peronismo neuquino.