La diputada nacional Juliana Santillán, representante de La Libertad Avanza, desató una fuerte polémica tras asegurar en televisión que una familia tipo necesitaba $360.000 mensuales para no ser considerada pobre. La afirmación, basada en datos del INDEC pero mal interpretada, fue rápidamente desmentida por economistas y medios especializados.

En rigor, ese monto corresponde a la canasta básica total para un adulto equivalente, no para una familia de cuatro personas. Según el propio INDEC, el valor actualizado de la canasta básica para una familia tipo en abril de 2025 asciende a $1.110.063, cifra que marca el umbral de pobreza en el país.

Durante el programa, el economista Martín Redrado corrigió en vivo a la legisladora, y la situación se volvió viral en redes sociales. A pesar de ello, Santillán intentó justificar su error, agregando un nuevo desacierto: señaló que la canasta incluía el gasto en alquiler, cuando en realidad ese concepto no forma parte del cálculo oficial del INDEC.

El episodio pone en evidencia la necesidad de interpretar correctamente los datos técnicos, especialmente al momento de discutir temas tan sensibles como la pobreza y el costo de vida. En un contexto económico complejo, la precisión en la información es clave para no distorsionar la percepción de la realidad social que enfrentan millones de argentinos.