EL HUECÚ, Neuquén – La región del Centro-Norte neuquino fue escenario de una significativa conmemoración cultural con la celebración del Wiñoy Xipantu, el Año Nuevo Mapuche, que marca el solsticio de invierno y el inicio de un nuevo ciclo para el pueblo originario. En esta ocasión, la festividad contó con la participación de una figura política de peso en la zona: Rodolfo Canini, quien fuera intendente de El Huecú y, posteriormente, diputado provincial.
La presencia de Canini junto a las comunidades de “El Huecú”, Mañke y Maripil, cobra relevancia en el marco de las relaciones entre el ámbito político y los pueblos originarios de Neuquén. A través de una publicación en sus redes sociales, el ex funcionario expresó su “inmensa felicidad” por compartir este momento, destacando el “afecto y cariño” recibido de parte de los integrantes de las comunidades.
En su mensaje, Canini mencionó el encuentro con importantes referentes como el Lonco Fernando, Doña Carmen, Doña Carmelina Manqui, Doña Margarita Avello y Alejandro Curillan, entre otras familias y personas que le “recibieron”.
El Wiñoy Xipantu, que se celebra anualmente entre el 21 y el 24 de junio, es una de las ceremonias más importantes de la cosmovisión Mapuche. Simboliza la renovación de la vida y el equilibrio con la naturaleza, siendo un momento para el reencuentro familiar y la transmisión de saberes ancestrales. La participación de Canini en estas festividades no solo representa un acto de respeto cultural, sino que también refuerza la visibilidad de estas comunidades y sus tradiciones en el ámbito público provincial.
Este tipo de acercamientos contribuyen a consolidar el diálogo intercultural y a reconocer la riqueza pluricultural de Neuquén. La trayectoria de Canini, ligada históricamente al desarrollo local, le confiere un peso específico a su presencia en estos eventos, marcando una continuidad en la relación con las comunidades.
La celebración del Año Nuevo Mapuche en el Centro-Norte neuquino, con la participación de figuras destacadas, pone de manifiesto la vitalidad de las tradiciones ancestrales y la necesidad de mantener puentes de comunicación y entendimiento entre las distintas esferas de la sociedad neuquina, en pos de una construcción provincial más inclusiva y respetuosa de su diversidad.