La política argentina se sumerge en un nuevo capítulo de confrontación directa entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El presidente Javier Milei ha dejado en claro su postura inflexible ante las recientes aprobaciones del Senado, al anunciar que ejercerá el veto total sobre un paquete de leyes consideradas sensibles, entre las que se encuentran la iniciativa de aumento a jubilaciones, una nueva moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. “Vamos a vetar y, si se cae, lo vamos a judicializar”, afirmó Milei con contundencia desde el estrado de la Bolsa de Comercio, subrayando la determinación del Gobierno de no ceder en su política de equilibrio fiscal.

La embestida presidencial no se limitó a la advertencia de veto. En un giro inesperado que acaparó la atención de la jornada, Milei también responsabilizó directamente a la vicepresidenta Victoria Villarruel por los “malos resultados en las votaciones” en el Congreso, llegando a tratarla de “traidora”, aunque sin mencionarla explícitamente. Esta dura crítica pública por parte del Presidente hacia su Vicepresidenta marca un quiebre significativo en la cúpula del Poder Ejecutivo y augura un clima aún más complejo en el oficialismo.

La aprobación por parte del Senado de medidas como la emergencia en discapacidad y el aumento a jubilaciones había generado expectativas en diversos sectores, especialmente tras los recientes reclamos y movilizaciones por la crítica situación en el ámbito de la discapacidad, donde se denunciaba un recorte presupuestario y salarios muy bajos para los acompañantes terapéuticos, como fue cubierto por este medio y otras fuentes periodísticas. La decisión de Milei de vetar estas leyes abre un nuevo frente de conflicto no solo con el Poder Legislativo, sino también con amplios sectores sociales que esperaban soluciones a sus demandas.

Este jueves 10 de julio, mientras el presidente Milei realizaba estas declaraciones que conmocionaban el tablero político, el Senado había continuado con su agenda legislativa. Tras la aprobación de los proyectos que ahora el Ejecutivo amenaza con vetar, la atención principal se centra en las implicancias del anticipo de veto presidencial y la profunda tensión política generada, que promete recalentar el debate institucional en los próximos días en todo el ámbito nacional.

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