Durante la presentación de su trabajo el alumno abordó uno de los fenómenos más persistentes y dolorosos de la sociedad argentina: la profunda división política. “Es un honor para mí participar en este debate tan crucial sobre un fenómeno que nos atraviesa y nos duele como sociedad: la grieta en la política argentina”, expresó al inicio de su intervención.
El estudiante argumentó que, desde la filosofía de Hans-Georg Gadamer, la “grieta” puede ser entendida no solo como un desacuerdo, sino como un desafío a la comprensión y al diálogo genuino. Gadamer, según su exposición, enseña que la comprensión es un proceso fundamental del ser humano que se articula a través del lenguaje, y su propuesta es “vital para entender por qué la grieta persiste y cómo podríamos, al menos desde la comunicación, empezar a suturarla.”
La presentación enfatizó que la comprensión, para Gadamer, no es una recepción pasiva de mensajes, sino un “acontecimiento” donde se produce una “fusión de horizontes”. Cada individuo llega a una conversación con su propio horizonte de comprensión, moldeado por experiencias, historia, cultura, prejuicios y tradiciones. En el contexto de la “grieta”, el alumno señaló que “estos horizontes están a menudo rigidizados y enfrentados, impidiendo que la ‘conversación’ política sea un verdadero diálogo y se convierta en una mera confrontación de monólogos.”
El corazón del problema, según el disertante, radica en haber olvidado “la capacidad de escuchar para comprender, y nos hemos centrado en hablar para vencer”. Observó que los actores políticos y gran parte de los comunicadores se aferran a sus propios puntos de vista sin una disposición real a “encontrarse con el horizonte del otro”. Desde la perspectiva de Gadamer, esto impide la “apertura al otro” esencial para la comprensión, derivando en una constante afirmación de prejuicios sin someterlos al encuentro con la alteridad.
El estudiante de Comunicación propuso, entonces, la necesidad de implementar una “comunicación hermenéutica” en Argentina. Esto implica tres pilares fundamentales:
- Reconocer los propios horizontes y prejuicios: Es el primer paso hacia una apertura genuina, al ser conscientes de las propias perspectivas y condicionamientos históricos.
- Desarrollar la “buena voluntad de la comprensión”: Una disposición fundamental a querer entender al otro, a atribuirle sentido a lo que dice, incluso si inicialmente parece distante o incorrecto. Esto exige suspender el juicio y escuchar con empatía, yendo más allá de la caricaturización y el insulto para desentrañar las preocupaciones detrás de la postura ajena.
- Restaurar el verdadero diálogo como “acontecimiento de lenguaje”: La “grieta” ha privado a la sociedad de una conversación auténtica. Al reinstaurar espacios donde los discursos actúen como “puentes” en lugar de “trincheras”, se permitiría que los problemas del país sean comprendidos desde múltiples perspectivas. En este punto, el estudiante subrayó la “responsabilidad enorme” de los medios de comunicación y los periodistas en facilitar estos diálogos, y no en exacerbar la confrontación.
En conclusión, la propuesta del estudiante, inspirada en Gadamer, invita a superar la lógica de la confrontación en favor de la comprensión mutua. La “grieta” no es solo un desacuerdo de ideas, sino una falla profunda en la capacidad de entendimiento entre las partes. Fomentar una actitud de apertura y escucha genuina desde la comunicación, podría convertir esta barrera en un espacio donde, desde la diferencia, sea posible construir un futuro compartido para Argentina.
Esta nota fue elaborada a partir de la propuesta académica de un estudiante de la Carrera de Comunicación de la Universidad Blas Pascal. AiresNuevosNQN se ampara en la Constitución Nacional, la Ley 26.032 y tratados internacionales que garantizan la libertad de prensa y el derecho a informar sobre asuntos de interés público.